miércoles, 23 de enero de 2019

Plantas que pueden creser en microgravedad

Plantas que pueden crecer en microgravedad





No. 1 Arabidopsis es un género de plantas herbáceas de la familia de las brasicáceas, que han sido objeto de intenso estudio en época reciente como modelos para la investigación fitobiológica.




La agencia espacial china, CSNA, consiguió cultivar Arabidopsis en la Luna en 2019.​ También la agencia espacial estadounidense, NASA, planeó cultivarla en la Luna en 2015​ aunque nunca llegaron a realizarlo y planean cultivarla en Marte el 2021.

"Primer experimento biológico"

El martes, la prensa estatal china dijo que las semillas de algodón están en ciernes.
El Diario del Pueblo, el periódico oficial del Estado, compartió en Twitter una imagen del brote, afirmando que este marcaba "la terminación del primer experimento biológico de la humanidad en la Luna".





No. 2 Lechuga
57 años después de que Laika acabara desintegrada en la atmósfera y en medio de un clima mucho más pacífico, los astronautas ya pueden vivir en el espacio. Tres de ellos se reunieron este lunes en torno a un aparato del tamaño de una pequeña nevera, a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) para tomar un pequeño aperitivo. Sus caras, congestionadas por la escasa gravedad, estaban iluminadas por una luz violácea que provenía de un extraño invernadero en el que crecían seis plantas de lechuga romana. Después de cosecharlas y aliñarlas con aceite y vinagre, uno de ellos la probó y sentenció: Esta incleible. Además de haber degustado la ensalada más cara de la historia, aquel astronauta se había convertido en uno de los primeros hombre en comerse un alimento cultivado más allá de la Tierra.
«Si queremos viajar más lejos y durante más tiempo por el espacio, necesitamos cultivar plantas para alimentar las tripulaciones», explicó Gioia Massa, una de las científicas que ha dirigido el experimento, llamado «Veggie-1». A la hora de justificar el desarrollo de este programa, la investigadora también destacó la importancia de los vegetales en el reciclaje de los nutrientes y en la estabilidad psicológica de los tripulantes, unas personas que están confinadas durante meses en unas estancias repletas de aparatos eléctricos.
De hecho, la NASA calcula que solo el viaje al planeta más cercano e interesante, Marte, llevaría un año entre la ida y la vuelta. Si ya sería casi imposible que en la Tierra una persona llevase en un transporte toda la comida necesaria para vivir tres años, a la hora de subirla al espacio los problemas se multiplican. Tal como declaró Howard Levine, uno de los responsabes de la NASA para la EEI, subir a bordo de la estación solo medio kilogramo de comida cuesta más de siete mil euros. De ahí la importancia de desarrollar un sistema de producción de alimentos en microgravedad.

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